miércoles, 14 de septiembre de 2011

Ni yo me entiendo.


Pues hoy solo caí al césped una vez, gracias al cielo(?). El pique se redujo -no estoy muy segura de si eso es bueno o malo-. Pero después de rodar algo por la hierba cuando ambos nos tiramos por el frisbee, me pidió que le guardase la llave. Y como buena bichito picotas que soy, aproveché y no se la quise devolver.Me persiguió un ratín con la bici y luego forcejeamos un poco sentados en la fuente; me cansé y se la di. Como hace días lo regañamos por no despedirse, fue a ello. Al llegar a mí le tiendo la mano, me la coge, me da dos besos y sin soltarme la mano se despide de quien le quedaba. ¿Que qué tiene de especial? Que yo veo HIMYM. Y la señal, es el apretón de manos eterno. Bleh. Rállome.Es que tengo miedo, joder. Porque se me hace extraño volver a casa cada noche sonriendo por su maldita culpa. ¿Vale? 

Bichito.

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