lunes, 29 de agosto de 2011

Mimosina.


Bajo la superfiecie, todos tenemos el corazón a flor de piel.
Buah. Odio estar ñoña, es como si me quedara sin piel, tan vulnerable.. Pero esta noche, quiero que me mime, que me rodee con sus brazos y me pegue a su cuerpo, apoyar la cabeza en su pecho, esconder la cara en su cuello, que me acaricie el pelo, que me haga cosquillitas en la espalda, que me coja del mentón y me acaricie los labios con el dedo pulgar, y me mire a los ojos. Quiero que me estruje en un abrazo y me dé un besito en la frente y un mordisco en el moflete. Que se acerque a mi oído, y me acune y me susurre que todo irá bien. Sentir su aliento cálido en el cuello, su respiración en la sien, sus manos cerca, protegiéndome. Sentirme pequeña y mimosa, y dibujar con los dedos en el dorso de su mano. Recitarle bajito un poema par coeur, que sonría y me dé cuenta de que no me ha escuchado, porque se quedó mirándome absorto y morderle esa sonrisa, fingiendo enfadarme. Dormirme entre su piel y despertar con el Sol, observarlo hasta que abra los ojos, y que solo entonces, cuando estos me miren, sienta que ha amanecido..

Bichito.

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