martes, 23 de agosto de 2011

A una de las mejores personas de este mundo..


Quiero hablar de una persona que no nombro siempre aquí, pero sin la cual no sabría de ninguna de las maneras vivir. No es un amigo con el que tengo cosas en común, ni a quien le cuento todo a todas horas, ni con quien me voy de fiesta, ni con quien lloro cuando me derrumbo. Es mi hermano, y es todo lo anterior. Siempre, con solo mirarme sabe si necesito hablar. Siempre tiene las palabras adecuadas, el abrazo oportuno e incluso el pellizco perfecto. Aunque le grite más que le hablo porque me enerva, porque tiene práctica en sacarme de mis casillas, nadie puede hacerse una mínima idea de cuánto lo quiero. Me hace cosquillas mientras friego, me interrumpe y me manda callar, me pellizca el culo y me dice: Tienes la carita hinchá.., me muerde y me deja la dentadura marcada, y no me deja oír siempre música triste. Pero si llego a casa con mala cara, me coge: +¿Qué te pasa, gordita? -Nada.. +¿Seguro? -Que sí.. +¿De verdad de la buena? -¡Que sí! +¿De la buena de la buena? y entonces rompo a llorar y se lo cuento todo. Y él me abraza y me siento infinitamente segura, y ningún problema parece demasiado grande entre sus brazos. Me hace reír a todas horas, hace el payaso conmigo, me cuenta sus cosas confiando en mí, me invita a salir con sus amigos.. Y sobretodo, hace que me mantenga cuerda en este piso de locos, ¿eh? Hace el día a día tan llevadero.. Y siempre intercede por mí, me defiende ante quien sea, aunque él mismo salga mal parado. Y creo que era hora de decirle al mundo -a este pequeño mundo de mi blog- que lo quiero de una forma diferente, distinta a como quiero a mi madre, a mis Olas, a mis amigos, al resto de mi familia.. Como quiero a mi nano, no he querido, quiero, ni querré, a nadie.

Bichito.

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